Y la campaña continua, adelante militante!

Así es amigos, la campaña continúa. Impulsados por nuestra Madre los militantes continuamos propagando la campaña exterior, pegando carteles, repartiendo volantes, hablando

en la Tv, en la radio, en spots publicitarios, mediante la Internet en Facebook y por correo electrónico, invitando a los amigos, familia, compañeros de trabajo, compañeros de estudio, alumnos y a cualquiera que se nos cruce en el camino, porque María quiere abrazar a todos sus hijos, y quiere llevar a todos sus hijos a Jesús, por ello también continuamos con nuestra campaña interna, haciendo estos últimos días de campaña la Novena de la Inmaculada y llenando nuestro ramillete espiritual de múltiples flores de todos los colores para honor de nuestra Madre.

A qué hijo no le gusta hacer feliz a su Madre?,verla sonreír y recibir una caricia

de ella, qué hijo no espera que su Madre se sienta orgullosa de él? regalarle las mejores flores que puede ofrecerle y cumplir de la mejor forma sus tareas de hijo, siendo bueno con sus hermanitos y hermanitas?

Estos días son importantes, amigo

militante, porque estamos VIVIENDO la campaña, estamos preparándonos para celebrar a nuestra Madre y de paso nos preparamos para el nacimiento de nuestro Redentor, que días tan felices pueden ser, si nos damos cuenta de todo esto. Qué alegre se pondría nuestra Madre del cielo si supiera cuánto nos alegra que su hijito Jesús será tan bien recibido en nuestros corazones, seguro nos dejará jugar con él (y hasta seguro le dirá que juegue con nosotros: "Jesus!!! que Pepito viene a buscarte, venga a jugar con él!! no le dejes esperando!")

Entonces, ante tanta generosidad de

nuestra Madre, amigo militante, te animo a que sigas adelante!, atraviesa la puerta estrecha que hay en un tu corazón de hombre orgulloso y ponte la sencilla armadura del caballero, del militante soldado del Rey Jesucristo y de la Reina Santa María, se fiel a ellos, a su amor y a tu cruz.

Gánate las medallas del combate

enfrentándote a ti mismo, con tus miedos, con tu orgullo, con tu pereza, con tus pasiones, y si caes derrotado en la batalla, no temas, porque la medicina del Santo Espíritu estará presta siempre que la necesites, gánate ese honor, de llamarte hombre de verdad, como tu Rey quiere que seas, hombre de espíritu combativo, hombre exigente y reflexivo, hombre perseverante que no da un paso atrás, y si lo da es para dar tres adelante.

Y al final de la batalla, vuelve al

cuartel, con tus compañeros, comparte tus experiencias de la contienda, celebra la amistad y goza del triunfo de haber luchado y vencido a ti mismo, y de rodillas, ante tu Señor presenta tus armas desgastadas, tu escudo mellado, abrazado aún a tu cruz Él te compensará con su Amor, como lo hizo desde el principio, pues aunque no lo viste, desde la primera batalla, Él estuvo a tu lado, fue fiel a ti como lo fuiste con Él, y ella la Reina, tampoco te dejo, ambos estuvieron y están contigo siempre.

Estos días son importantes, como lo son todos los días de la vida, la campaña es la vida misma, y María nos enseña a que tengamos fe, como ella la tuvo, espero amigo militante, vernos todos aquel día en la fiesta de nuestra Vigilia, con todos nuestros amigos y familia, para compartir como se debe y para rendirle los honores que se merecen, nuestro Rey y nuestra Madre Reina.

Ahí nos vemos, Dios mediante.

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Escribe: Felipe Pari