viernes, 11 de febrero de 2011

Sobre ejercicios espirituales

Mis queridos amigos:

Quisiera empezar diciendo que los designios del Señor son difíciles de entender y lo más importante que todo es para nuestra santificación. Así lo entiendo y la experiencia vivida en ejercicios espirituales, manantial de agua viva, que me permitió un renacer en el Espíritu y sobretodo en renovar ese compromiso con el PRIMER AMOR: EL AMOR DE DIOS.

Empezó las tandas con varias expectativas y con las múltiples preocupaciones por tantas cosas pendientes. Pareciera que los días ahí son interminables y que te encontrarás en una cápsula donde no quisiera retroceder pero así como la cima es tan difícil llegar, nos cuesta esfuerzo y sudor; y una vez que estas ahí puedes contemplar con emoción lo bello que es la naturaleza y lo valioso que es poner de tu parte para llegar; de igual manera es la bajada es muy rápida y más fácil. ¡Oh ,Señor! Qué fácil es caer en el pecado al regresar, por nuestra fragilidad. Como diría San Pablo: Hago el mal que no quiero y dejo de hacer el bien que quiero. Es ahí donde radica el oasis de ejercicios en la peculiaridad de retomar lo aprendido y clamar la gracia a Dios para que en este caminar espiritual la subida sea constante y el retroceso no se dé con tanta facilidad.

Enumerar lo aprendido sería limitarte a que tengas esa experiencia sólo te puedo decir mi querido militante que no existe mayor gracia que el sentirse amado por Jesús, el saber que es más grande su misericordia que tu pecado. A ti, MILITANTE DE MARÍA nos queda un compromiso muy grande, el ser verdadero APÓSTOL DE JESÚS. Hoy 11 de Febrero que celebramos LOS CRISTIANOS con alegría a nuestra madre en la advocación a la VIRGEN DE LOURDES, contemplemos a María en su pequeñez. Que así sea nuestro corazón humilde, acojamos y entreguemos nuestro apostolado a los más jóvenes que esperan de nosotros el ciento que hemos recibido en la milicia por ese uno generoso que un día decidimos poner.

Confiando que en este aniversario de la Milicia podamos ser esa luz que prende muchas velas apagadas por el pecado me despido agradeciendo a Dios por permitirle compartir mi breve testimonio.

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Escribe: Michael Villafuerte


1 comentario:

  1. ¡Gracias, Michael! La canción ¡el amor de Dios es maravilloso! se hace realidad en tu vida. ¡Felicitaciones! Y vamos todos a vivirlo y compartirlo.

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