domingo, 8 de agosto de 2010

Caminata a Cieneguilla: El testimonio de Iván


El Domingo 8 los militantes mayores de la Milicia de Santa María emprendimos una caminata a Cieneguilla, y de esta manera recomenzar una actividad propia de la Milicia como grupo de mayores.

Cuando hablo de mayores, me refiero a todos los que ya no son colegiales o universitarios de los primeros años. En este grupo estamos todos los que ya hemos comenzado a afrontar la vida con todas sus exigencias: trabajo o estudio, o ambas cosas. Aquellos que tenemos obligaciones económicas personales y para la familia. También, aquellos que están organizando su vida con un proyecto matrimonial, o que ya están casados, o que quieren vivir una soltería comprometida. Es el amplio mundo que la Milicia comienza a abarcar con todos sus retos. Porque militante se es toda la vida, aunque hay etapas que necesitan una especial manera de vivir.

Precisamente, al terminar la caminata, José Antonio, nos dirigió una palabras en este sentido y que así las he entendido y que espero que todos los mayores la asuman para ser verdaderos ejemplos para los muchachos que están empezando en la Milicia.

Las experiencias que tengo que poner en común las puedo unir a las de Sandro. Creo que en la actualidad somos privilegiados de tener la posibilidad de gozar un día de la naturaleza, y en nuestro caso gozar de ella con Dios en nuestros corazones ¡Quién si no es Él quien nos puede hablar de su obra!

Para mi ha sido muy grato también, comprobar una vez más la calidad de amigos que tengo en la Milicia. Sin duda, otro motivo de agradecer a Dios que me junta con gente buena que me ayuda a ser una persona mejor y sobre todo un cristiano mejor.

Esto me hace caer en la cuenta que la organización de la Milicia se convierte así como la organización de una familia. Sabemos reconocer y obedecer a un guía o responsable. No necesitamos a una “mama” o a un “papa” pendiente de lo que se hace o no se hace, estamos pendientes de cumplir todo los cometidos y aceptamos las correcciones, que vienen a pelo sobre todo después de los hechos.

En este sentido, me ayudó mucho que el grupo cumpliera con los cuatro puntos cardinales: 1) una reunión previa a la caminata, para alentarnos y recibir advertencias. 2) el silencio durante la ascensión. 3) la reflexión en la cima de la montaña y 4) una reunión para intercambiar experiencias.



De alguna manera, me siento obligado a compartir las experiencias de mi caída durante el descenso. Agradezco a Wilson que impidió que siguiera rodando y también a todos los que después me ayudaron a bajar. Aunque no pasó nada grave, sin embargo, algo por dentro me impulsaba a no abandonarme al dolor y al desánimo. Me levanté rápidamente y participé de las bromas que se suscitaron en ese momento y en nada obstaculicé el normal desarrollo de la Caminata. Sin embargo, creo que es importante reconocer la necesidad de una organización un poco más compleja, que ya se observan en nuestros campamentos, pero que debe ser una práctica obligada: Ocuparse de la seguridad del sitio, también de la evacuación. Tener un botiquín (por la higiene no digo nada porque fue escrupulosa). Recodar normas para escalar. Preocuparse por los cantos y juegos de recreación en que todos podamos participar. Creo también que debería proponerse, hasta donde sea posible, una manera uniforme de vestir, que nos ayudaría a visualizarnos como grupo (también desde el exterior). Aclaro que lo antedicho no cuestiona la manera cómo se llevó nuestra Caminata, más bien estoy convencido que a pesar de algunas deficiencias, la Caminata fue muy bien llevada y organizada y a todos nos ha dejado una huella imborrable de camaradería y de convivencia cristiana.

También estoy convencido, que esta es nuestra peculiar manera de evangelizar y de profundizar nuestra fe cristiana.


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Escribe: Iván Landa

3 comentarios:

  1. No cansarse de "levantarse" siempre. XD

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  2. Se nota que estudiaste filososfía por que más que unas impresiones, es una reflexión pedagógica y profunda. Esperemos que no sea la única caminata, sino que lleguéis a una al trimestre.

    Vicente Guillén.

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  3. Hola a todos por Lima

    comparto las ideas de Ivan al respecto de como organizar nuestras caminatas; cuando vamos de caminata siempre hay alguien que nos dice...quienes son? de donde son?.... yo reconozco a un scout desde lejos...a los de Circa en Arequipa igual... pero la milicia también podría tener un símbolo distintivo, aquí hemos hecho una bandera con el escudo y algunos polos...

    todo y a mayor gloria de dios
    "no basta solo amar a Dios si mi prójimo no le ama"

    un saludo:
    LUIS GUSTAVO

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