lunes, 11 de mayo de 2015

CHAPI EN LIMA. Caminata desde Villa el Salvador al Centro

Desde hace 3 años,  tengo la  costumbre de peregrinar  todos los primeros de mayo  desde el lugar  en que vivo (Villa el Salvador) hasta la Basílica de San Francisco en el cercado de Lima, donde se le rinde culto a la Imagen de la Virgen de Chapi, la “Mamita” para los Arequipeños. 
Este año fue especial, pues uno de los amigos Militantes de Santa María (Sandro)  se animó a acompañarme, a pesar de que el día anterior estuvo peloteando  por la noche y llegó un poco tarde a casa. Los dos vivimos en Villa el Salvador, pero él vive a la entrada del distrito y yo más adentro, como a 15 minutos en automóvil. 
El despertador sonó a las 3.00 am y era el momento de levantarse,  un saludo al nuevo día y al Creador y ¡la ducha me espera!.  Termino de asearme y suena el teléfono, es Sandro que me indica que ya se levantó y  está presto a caminar.  Ok le digo, te llamo cuando esté cerca de tu casa y sales a mi encuentro. 
Agarro un polo y lo coloco en la mochila (para cambiarme por el que va a estar sudado al llegar) ¡y listo! Como decía San Juan Pablo II que estuvo aquí en Villa “con el rosario en mano, el avemaría en los labios y María en el corazón” salgo de  casa, son las 3.20 de la mañana y a caminar se ha dicho.  
 Empiezo a rezar el santo Rosario y le pido a la Virgen que nos libre de los peligros materiales y morales  que  hubiese en el trayecto, puesto que uno nunca sabe qué cosas puede ver  o pasar a esas horas. 
La oración surte efecto, el miedo  se disipa y avanzo  con dirección a Lima.  Ya cerca de casa de Sandro lo llamo y él me da alcance…    ¡la Mamita nos espera!  
Durante el trayecto vamos conversando y viendo cómo la ciudad se va levantando.  La claridad del día nos coge al llegar al puente Atocongo y  recordamos que cuando nació Villa el Salvador los autobuses llegaban hasta este punto y desde aquí  la gente caminaba todos los días.
Al llegar al Puente Primavera hacemos  parada obligada para  un desayuno fugaz y a seguir caminando  Son cerca de las 7 y hay que apurar el paso, además que el calor  empieza a  molestar un poco, este año por efectos de la corriente del niño, el verano aún no termina en Lima.
Son las 8.30 de la mañana y, después de recorrer Villa el salvador, San Juan de Miraflores, Surco, San Borja, San Luis, el Agustino y los barrios Altos, por fin llegamos a la Basílica de san Francisco, vemos el contador del celular y nos indica que hemos caminado un poquito más de 35 km, los pies adoloridos y las ampollas  que molestan se  pierden en medio de la gente que espera ver a la Virgen. La Iglesia está llena y no se puede entrar…  Nos encontramos con Mac (otro militante, ya casado) y presto nos trae una bebidas… ¡Qué bien sabe el agua y la gaseosa!
En medio de la plazoleta los vendedores hacen sonar las canciones a la Virgen  y el “A tus pies Señora, cansado llegué…” que cantamos los peregrinos cuando llegamos a Chapi. Se  me hace un nudo en la garganta y le canto en mi corazón a la Mamita.  Después de esperar un buen rato, entre vítores y aplausos, por fin el momento esperado ¡Que viva la Virgen de Chapi! Resuena en toda la plaza y Ella toda de blanco  sale derramando bendiciones a sus hijos queridos.
¡Gracias Madre por todo este año de bendiciones!          
Leonidas Turpo

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