Habíamos tenido en la noche anterior una cita con Jesús Eucaristía, pidiendo por esta caminata de militantes profesionales, así que nos pusimos en marcha Felipe, Jorge, Leonidas, Wilson, Sandro, Iván y José Antonio, asimismo nos acompañaban espiritualmente Martín, Jhony, Michael, y demás militantes, partimos en la combi móvil y después de unos afinamiento de voz cantándole a la vida, temas como ojos azules, poco a poco, montañero, yubi, alma corazón y vida, etc. llegamos a Cieneguilla, cerros de mil batallas del militante, donde muchos de nosotros coincidimos que la naturaleza, el silencio, la amistad es el motor de la Milicia y reencontrarnos con ello, para mí supone salirme de lo cotidiano, la bulla, las distracciones y encontrarme con Dios, conmigo mismo y con el prójimo.
Tanta fue mi ímpetu de empezar que fui uno de los primeros en tratar de llegar pero me fui dando cuenta que se debía mantener un orden, que la voluntad es buena pero la obediencia es mejor, tuvimos dos paradas que me sirvió para tomar aire, reflexionar con mis compañeros amigos y concluí que cada vez me convenzo que la naturaleza no se ha creado de la casualidad; hay una belleza, un orden, el reino animal, vegetal, y el hombre, que como fin supremo de la creación, lo tiene todo para aprovecharlo para su bien y el de los demás. Ha medida que fui llegando a la cumbre me acordé de la homilía del padre Jorge: que los actos pueden ser buenos, pero si no lo hacemos con FE, podemos caer en la monotonía, así que me propuse a mantener el silencio(aunque reconoceré que la fotografía me distrajo mucho) ha obedecer en el lugar que me dieron en la caminata, en fin. Detalles que si los cumples nos haría mejor!! Al fin llegamos a la cumbre, tuvimos la meditación de Felipe, donde nos tocó dos temas de reflexión: que somos parte del cuerpo místico de Cristo y las tentaciones que Jesús pasó en el desierto y si lo paso a mi vida hay muchas cosas que saco, soy militante de la Virgen y tengo un compromiso con Ella, por tanto a imitarla por todo lo que hizo con su hijo, nuestro Señor, y que decir de las tentaciones, lo último fue no asistir a esta caminata por un probable desgarro en la pierna, en fin.
Y cuando bajamos tuvimos más que un obstáculo como en la vida, nos caíamos, habían hasta tres caminos de bajada, no encontramos la salida...en fin pero lo que me compungio fue la caida de Iván en donde si no hubiera sido por la oportuna y providencial asistencia de Wilson, tal vez la hubiéramos estar pasando no tan bien, a Dios gracias no pasó de un gran susto y unos golpecitos en el cuerpo, Iván a seguir cuidando ese cuerpo que nuestro Señor nos ha regalado (ejercicios, caminatas, etc…jejeje).
Terminamos compartiendo la comida (el cuerpo necesitaba ahora del alimento material) como lo que somos, una familia. Regresamos orando el rosario, como una acción de gracias a nuestra Madre, por el cuidado que nos hizo en esta caminata.
Podré decir que las cosas que nos pasaron fue acorde al grupo que llevamos con vaivenes, pero El no cansarse de seguir avanzando siempre, es un lema del P. Morales que lo tengo muy presente, que a veces las apariencias engañan, en el sentido que al inicio de la caminata me parecía difícil y creo que no fue tanto así, y en la bajada creí que era fácil, pero tampoco fue así, en fin, invito a otros amigos a que se atrevan a encontrarse consigo mismo y mucho mas con Dios en la naturaleza que Él nos ha regalado.
---Escribe: Sandro Roy